Un bebe sobrevivió a un incendio que acabó con la vida de nueve personas en un inmueble en Alemania, después de que sus padres lo lanzaran por la ventana y los servicios de rescate consiguieran atraparlo al vuelo. El incendio, cuyo origen podría ser criminal según el testimonio de dos niñas, acabó con la vida de cuatro adultos, entre ellos una mujer embarazada y cinco menores.
Los habitantes del inmueble situado en la localidad de Ludwigshafen, al suroeste de Alemania, eran mayoritariamente turcos. El edificio, que tenía una escalera de madera, hizo la huida imposible ya que fue lo primero en quemarse.
El incendio de una casa de viviendas en la ciudad alemana de Ludwigshafen, con nueve muertos, fue “el peor en la historia desde la Segunda Guerra Mundial, hace sesenta años”, dijo hoy la alcalde la ciudad ubicada unos 80 kilómetros al sureste de Fráncfort.
La tragedia se originó en plenos festejos de carnaval, cuando a pocos metros del incendio 250.000 personas festejaban y desfilaban disfrazadas. Los bomberos rescataron de las llamas a unas 60 personas, que se habían congregado en el edificio para presenciar desde sus altos los festejos en las calles.
Niños lanzados. Durante el incendio se vivieron situaciones dramáticas ya que habitantes del edficio, al verse cercados por las llamas, comenzaron a arrojar al vacío a sus hijos para que fueran atajados por bomberos, policías y vecinos, muchos de ellos en disfraces.
Una de esas escenas fue captada por un fotógrafo. En la imagen se puede ver al bebe en plena caída al vacío desde un tercer piso, que posteriormente fue atrapado por uno de los bomberos, en una acción heroica que le salvó la vida al pequeño. Hasta el momento, se desconoce si los padres lograron sobrevivir a la tragedia.
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