Más de 7 millones de niños en edad escolar, es decir, el 16% de la población estudiantil de Estados Unidos, faltan al menos 15 días a clase durante un curso académico, lo que se conoce como absentismo crónico.
Para identificar los factores más comunes relacionados con el absentismo escolar crónico, Knoo Lee, becaria posdoctoral de la Escuela de Enfermería Sinclair de la Universidad de Missouri, analizó los resultados de la Encuesta de Estudiantes de Minnesota, que incluía las respuestas de más de 120.000 estudiantes de Minnesota de octavo, noveno y undécimo curso.
En esta encuesta anónima, estatal y basada en la escuela, que se distribuye a más de 100.000 estudiantes de escuelas públicas en Minnesota cada tres años, una miríada de preguntas cubren ampliamente diversos temas, incluyendo la frecuencia de los estudiantes que faltan a la escuela, el clima escolar, la intimidación, las actividades fuera de la escuela, la salud emocional y las conexiones con la escuela y la familia.
Mediante un análisis basado en datos que incluía técnicas de aprendizaje automático, Lee y su equipo identificaron 18 factores de riesgo que estaban predominantemente relacionados con los estudiantes que declaraban faltar a clase con frecuencia.
Algunos de los factores de riesgo eran el consumo de drogas o alcohol, la presión de los compañeros y la aprobación de los amigos, quedarse en casa por enfermedad, problemas de comportamiento que pueden llevar a suspensiones fuera de la escuela, problemas familiares y experiencias infantiles adversas.
Aunque los investigadores eran conscientes de algunos de estos factores, el reto consiste en desentrañar la causa y el efecto.
"¿Son estas actividades la causa de que el alumno falte a clase, o hay un problema subyacente diferente que provoca las ausencias y estas actividades son simplemente el resultado o el biproducto?". afirma Lee. "El primer paso para resolver un problema es comprenderlo mejor, y eso es lo que intentamos averiguar con esta investigación. En última instancia, queremos desarrollar intervenciones más personalizadas que mejoren el compromiso de los estudiantes, lo que a su vez conduce a mejores resultados en la vida a largo plazo."
"A través de entrevistas con enfermeras escolares, estamos aprendiendo que algunos niños que pierden parte de la jornada escolar son más propensos a ir primero a ver a la enfermera escolar antes de venir a clase o antes de salir de la escuela por el día", dijo Lee. "Solemos pensar que las enfermeras escolares sólo ayudan a los niños con problemas relacionados con la salud física, pero también interactúan con estudiantes que pueden tener problemas familiares o de salud mental. Por lo tanto, están en una buena posición para identificar posiblemente factores personales, factores familiares o factores ambientales que pueden estar en juego."
No hay comentarios:
Publicar un comentario