El consejo municipal de la ciudad, conocida como una de las más progresistas de Estados Unidos, con cerca de 800.000 habitantes, adoptó en primera instancia un texto que prohíbe a las cadenas de supermercados y farmacias proveer a sus clientes bolsas de plástico para sus compras.
Una vez que esta ordenanza sea promulgada por el alcalde de la ciudad, Gavin Newsom, que apoya la medida, los supermercados tendrán hasta seis meses para agotar sus existencias de bolsas de plástico y cambiar por las de papel.
Las farmacias, que en Estados Unidos son cadenas donde venden tanta mercancía como los supermercados, tendrán hasta un año para plegarse a la legislación una vez sea confirmada por las máximas autoridades de la ciudad, confirmó una fuente de la Alcaldía.
"Esperamos que otras ciudades y Estados sigan el ejemplo", dijo Ross Mirkarimi, supervisor del consejo de la ciudad e impulsor de la medida, que se manifestó "sorprendido por la atención mundial" que ha generado la medida, citó el diario San Francisco Chronicle.
Sólo en San Francisco se estima que cada año se distribuyen unos 180 millones de bolsas de plástico, según el instituto del ambiente de la ciudad de California, el Estado de la costa oeste estadounidense con mayor densidad poblacional -cerca de 37 millones de personas-, donde ciudades como Los Ángeles sufren graves problemas de contaminación.
Bajo este contexto California se ha convertido en uno de los primeros Estados del país en tomar medidas contra el calentamiento global, desmarcándose de la política ambiental de Washington, y en agosto pasado el gobernador del Estado, el republican Arnold Schwarzenegger, alcanzó un acuerdo "histórico" con el Parlamento local para frenar la emisión de gases que influyen en el calentamiento global.
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