En una emotiva velada y en medio de una pertinaz lluvia, el ex jugador ecuatoriano Alex Aguinaga se despidió del fútbol con un partido en que lo acompañaron sus amigos, entre ellos el chileno Iván Zamorano y el colombiano Faustino Asprilla.
También estuvieron presentes ex futbolistas como los brasileños Zaghinho y Junior; los mexicanos José Luis Montes de Oca, Luis Hernández e Ivo Basay, compañeros de Aguinaga en el club Necaxa, y el técnico Hernán Darío Gómez, que llevó a Ecuador a participar en el primer mundial de su historia en el 2002.
El partido entre las "estrellas mundiales" (ex jugadores internacionales) y los "ídolos de la mitad del mundo" (futbolistas y personajes ecuatorianos) terminó con la victoria de los primeros por 3-2.
Uno de los goles lo marcó Aguinaga desde fuera del área, considerado uno de los mejores jugadores ecuatorianos de la historia y que brilló en el Necaxa mexicano en la década de 1990. Su hijo, que lleva el mismo nombre, anotó otro de los goles de tiro penal.
"Pensé que no iba a llorar pero...", dijo Aguinaga, con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.
En el descanso tras la primera mitad, el ex jugador se dirigió a unas 2.000 personas que acudieron al estadio a pesar de la lluvia y el intenso frío y recibió condecoraciones de las autoridades.
"Gracias de corazón, gracias por permitirme estar en sus corazones, gracias por darme la oportunidad de jugar al fútbol y contagiar mi alegría con todos ustedes", señaló.
La afición coreó: "¡Aguinaga, Aguinaga, Aguinaga!".
"Aquí (en el estadio Atahualpa) calificamos al primer mundial con la selección. Gracias de corazón", agregó el ex jugador.
Al concluir el encuentro y con luces de bengala en el cielo como telón de fondo, Aguinaga corrió alrededor de la cancha y recibió aplausos del público.
Aguinaga fue durante años el capitán de la selección ecuatoriana y jugó en el mundial de Corea-Japón 2002.
Se había anunciado la presencia de otras estrellas del fútbol latinoamericano como el paraguayo José Luis Chilavert, los colombianos Carlos Valderrama y René Higuita, el uruguayo Enzo Francescoli, entre otros, pero no llegaron a Quito.
También estuvieron presentes ex futbolistas como los brasileños Zaghinho y Junior; los mexicanos José Luis Montes de Oca, Luis Hernández e Ivo Basay, compañeros de Aguinaga en el club Necaxa, y el técnico Hernán Darío Gómez, que llevó a Ecuador a participar en el primer mundial de su historia en el 2002.
El partido entre las "estrellas mundiales" (ex jugadores internacionales) y los "ídolos de la mitad del mundo" (futbolistas y personajes ecuatorianos) terminó con la victoria de los primeros por 3-2.
Uno de los goles lo marcó Aguinaga desde fuera del área, considerado uno de los mejores jugadores ecuatorianos de la historia y que brilló en el Necaxa mexicano en la década de 1990. Su hijo, que lleva el mismo nombre, anotó otro de los goles de tiro penal.
"Pensé que no iba a llorar pero...", dijo Aguinaga, con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.
En el descanso tras la primera mitad, el ex jugador se dirigió a unas 2.000 personas que acudieron al estadio a pesar de la lluvia y el intenso frío y recibió condecoraciones de las autoridades.
"Gracias de corazón, gracias por permitirme estar en sus corazones, gracias por darme la oportunidad de jugar al fútbol y contagiar mi alegría con todos ustedes", señaló.
La afición coreó: "¡Aguinaga, Aguinaga, Aguinaga!".
"Aquí (en el estadio Atahualpa) calificamos al primer mundial con la selección. Gracias de corazón", agregó el ex jugador.
Al concluir el encuentro y con luces de bengala en el cielo como telón de fondo, Aguinaga corrió alrededor de la cancha y recibió aplausos del público.
Aguinaga fue durante años el capitán de la selección ecuatoriana y jugó en el mundial de Corea-Japón 2002.
Se había anunciado la presencia de otras estrellas del fútbol latinoamericano como el paraguayo José Luis Chilavert, los colombianos Carlos Valderrama y René Higuita, el uruguayo Enzo Francescoli, entre otros, pero no llegaron a Quito.
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