En Reino Unido, la mayoría de las entidades de crédito sitúan los 75 años como edad límite para poder optar a una hipoteca, pero hay “un puñado” de estas entidades, señala el diario, que carecen de tales limitaciones.
Reino Unido ha experimentado, por ello, un crecimiento considerable en la solicitud de préstamos por parte de personas mayores.
“Un nuevo fenómeno”
“Es un nuevo fenómeno. Obviamente, existe un elemento de riesgo si el precio de los inmuebles y los ingresos por rentas caen repentinamente, pero no hay indicios de que eso vaya a pasar”, señala el experto de la consultora Hipotecas y Negocios, Jonathan Moore en las páginas de The Times.
Otro anciano hipotecado, Richard Stone, profesor de matemáticas retirado de 75 años, ha suscrito un préstamo de 177.000 euros. Aunque Stone posee diez casas, admite que semejante compromiso económico, a su edad, puede ser “bastante estresante”.
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