Los goles fueron convertidos por Riquelme a los 61 y Palacio sobre los 71 minutos.
La otra semifinal será disputada por los brasileños Gremio y Santos. Los juegos finales, en tanto, se jugarán el 13 y 20 de junio.
Palacio en dos ocasiones y una de Riquelme fueron las acciones de mayor peligro acercadas por Boca Juniors hasta la portería local antes de los 15 minutos, como signos de una abierta ambición por conseguir ventajas lo más rápido posible.
Sin embargo, tras los sustos iniciales, Libertad fue acomodándose en el terreno hasta equilibrar el juego e, incluso, animándose a encarar la sólida defensa rival.
El delantero liberteño Hernán Rodrigo López fue asistido con pases exactos reiteradamente por sus compañeros de mediocampo pero terminó absorbido por la marcación sin antes buscar la definición.
Riquelme, controlado de cerca por Víctor Cáceres, logró eludir la vigilancia asfixiante en un par de ocasiones para, con la pelota a los pies, meterse por un hueco y rematar fuerte pero desviado. Fue uno de sus escasos chispazos de calidad técnica.
En el intervalo del juego, hinchas beligerantes de ambos equipos se trenzaron a golpes de puño en un sector de las plateas, pero la calma volvió tras la presencia de policías antimotines que no llegaron a reprimir.
En la segunda parte Riquelme encendió sus luces asumiendo su rol de director y actor estrella de Boca Juniors.
A los 61 minutos se abrió camino con habilidad rumbo al arco, obligando el repliegue de los rivales: luciéndose en maniobra individual se llevó el balón, amagando escapar por la derecha enganchó hacia la izquierda para anotar el gol con disparo fuerte a ras del piso.
Por entonces, la defensa liberteña estaba desparramada, sin fuerza anímica para reorganizarse.
Y precisamente, Palacio aprovechó el desorden a los 71 minutos para convertir el segundo tanto previa intervención de Palermo.
El partido se disputó en el estadio Defensores del Chaco ante unos 25.000 espectadores.
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